sábado, 31 de enero de 2009

Distintos ejercicios y estrategias permiten desarrollar la capacidad de los niños para realizar una lectura comprensiva

Estrategias para mejorar

Para potenciar esta habilidad no basta con leer cualquier texto, sino que éste debe resultar interesante para el lector
El mejor consejo y el más obvio que cualquier experto en la materia puede dar para mejorar la comprensión lectora tanto de los niños como de los adultos es practicar leyendo cada vez más, eso sí, si lo que se desea es potenciar esta habilidad no basta con leer cualquier texto, si no que éste debe resultar interesante para el lector, ya que de este modo mostrará un mayor interés y se esforzará más para comprender lo que lee. En el caso de los más pequeños, por ejemplo, se les puede proporcionar lectura sobre sus personajes favoritos o sobre aquella temática, no necesariamente curricular, por la que muestran más interés y posteriormente, charlar sobre el tema para comprobar que han comprendido lo leído, lo cual les estimulará y animará a continuar leyendo.
Por otra parte, además de que el texto de lectura con el que se practique sea de interés para el lector, también hay que cuidar que el contenido esté acorde con su nivel de conocimiento, es decir, que no incluya mucho vocabulario desconocido, ni formas gramaticales o sintácticas a las que no esté habituado, ya que puede ser desesperante y consecuentemente nada motivador abordar la lectura de un texto en el que comprender cada frase se convierta en una ardua tarea para el lector. Un ejercicio recomendable con los jóvenes es repasar previamente el vocabulario del texto que se va a leer con la ayuda de un diccionario, esto le alentará en la posterior lectura al comprobar que es capaz de interpretar significados que antes desconocía.
Del mismo modo, también puede resultar interesante introducir de forma oral al niño o joven en un tema concreto, explicándole los conceptos básicos y la idea general, de modo que se genere en él la suficiente expectativa que le lleve a lanzarse a la lectura comprensiva de un texto sobre dicho tema.

Técnicas para adquirir esta habilidad

Además de estas estrategias generales para incitar a una lectura comprensiva, tanto en clase como en casa se pueden aplicar distintas técnicas o ejercicios que favorezcan la adquisición de esta habilidad, muchas de ellas, enumeradas a continuación, las recoge Antonio Vallés Arandiga en su obra "Técnicas de velocidad y comprensión lectora":
Idea principal. Esta técnica, dirigida principalmente a alumnos de primer ciclo de Primaria, consiste en mostrar al niño una ilustración de una acción concreta y posteriormente ofrecerle varias opciones textuales en las que se explique el dibujo, de modo que tenga que elegir aquélla que es la más explicativa de la ilustración; esto le permitirá aprender a extraer la idea principal de un texto.
Por muy simple que parezca, obliga al lector a esforzarse en gran medida en comprender el texto que está leyendo
Procedimiento cloze. Este ejercicio, por muy simple que parezca, obliga al lector a esforzarse en gran medida en comprender el texto que está leyendo, ya que consiste en adivinar una serie de palabras que han sido omitidas de manera sistemática en un texto escrito y reemplazadas por espacios en blanco o líneas; el lector, para lograr dar un sentido completo al texto, debe relacionar el contenido y procesarlo como un todo para adivinar el término que falta.
Lectura simultánea. Consiste en leer una frase determinada y a continuación enunciar otra en términos muy similares pero más comprensible para el alumno. Este método permite que el lector sea capaz de comprender lo leído gracias a la implicación de otro.
Resumir. El resumen puede ser una de las mejores técnicas para ejercitar la comprensión lectora, un ejercicio mediante el cual el niño debe leer pequeños fragmentos de un texto y escribir posteriormente una o dos frases que lo resuman.
ES IMPORTANTE CONSIDERAR:
  1. Fomentar la lectura desde la casa
La familia desempeña un papel fundamental en el fomento del hábito lector de los menores
¿Por qué algunos niños leen mucho y otros tan poco? La respuesta a esta pregunta no está siempre entre las cuatro paredes del aula escolar. Aunque dentro de ellas se aprende la técnica, el hábito -que es lo importante- se adquiere en el hogar. Los padres, con su actitud y motivación, pueden lograr que los hijos aprendan a amar la lectura y a incluirla dentro de sus actividades preferidas de ocio.

CONSEJOS QUE INVITAN A LEER
Empezar desde pequeño: no es necesario esperar a que el niño aprenda a leer para fomentar en él el amor por la lectura; el periodo anterior a los seis años, edad madurativa en la que los niños empiezan a leer, es fundamental para potenciar sus hábitos posteriores. Leer con ellos es la principal actividad que los padres deben realizar en estas edades, crear un momento especial de lectura al día, en un lugar tranquilo, ayudará a que el niño asocie el hecho de leer a un acto placentero, en el que su padre o madre está por completo dedicado a él; asimismo, el niño, gracias a estas lecturas, comenzará a asociar los sonidos con las palabras, ampliará su vocabulario, en definitiva, adquirirá unas habilidades previas que hará que el posterior proceso de aprendizaje de la lectura sea más fácil.
Regalar libros ayudará a que los pequeños los identifiquen como algo valioso e importante
Regalar libros: regalar un libro a un niño, de la misma manera que se regala cualquier otro juego o juguete, incluso darle la categoría de regalo especial, por ejemplo haciendo que regale él libros a sus amigos en sus cumpleaños, ayudará a que los pequeños identifiquen los libros como algo valioso e importante; asimismo, es conveniente llevarlo con frecuencia a una librería, para que elija los que más le gustan, para que vea como se renuevan los títulos y pueda esperar con ansía el momento de recibirlos.
Enseñarle la utilidad de la lectura: además de ser una actividad placentera y de ocio, los niños deben conocer que la lectura es también una fuente de conocimiento; una de las mejores ocasiones para demostrárselo es buscando en los libros las respuestas a muchas de las múltiples dudas y preguntas que diariamente plantean a sus padres; leerle el significado de una palabra en un diccionario o enseñarle una fotografía en un libro de aquello que desconoce hará comprender al niño la utilidad de los libros. Por otra parte, cuando el niño muestre un interés significativo por un tema concreto, los padres también pueden buscar en la biblioteca o comprar un libro relacionado con ese tema, de modo que el pequeño sepa que gracias a los libros puede ampliar sus conocimientos sobre aquello que le interesa.
Es importante concederle un sitio para que pueda colocarlos ordenadamente y acceder a ellos con facilidad
Crear su propia biblioteca: además de que el niño comience su propia colección de libros desde pequeño, es importante concederle un sitio para que pueda colocarlos ordenadamente y acceder a ellos con facilidad, para que cuando sienta el deseo de leer pueda hacerlo y elegir el libro que quiera sin dificultad. Podrá servir de ayuda el enseñarle a clasificarlos por temas, por autores, por colecciones, etc., fomentando de esta manera también el hábito del orden en él; una idea original puede ser catalogarlos con gomets de colores, marcando por ejemplo los que ya se ha leído, o los preferidos, así podrá encontrarlos siempre fácilmente.
No obligarle a leer: tal como afirma Daniel Pennac, en su ensayo 'Como una novela', donde aborda la problemática de la falta de lectura en los adolescentes, "el verbo leer no tolera el imperativo", es decir, el obligar a leer no lleva a ningún resultado positivo al igual que cualquier cosa impuesta por los adultos. Lo importante no es conseguir que el niño lea, el logro es que quiera leer y para eso hay que darle la libertad de elegir hacerlo o no; el papel de los padres en este sentido debe ser fomentar el interés hacia la lectura con pasos y actividades como los que se han mencionado anteriormente. Sólo de este modo se logrará que el día de mañana cuando la lectura de una obra se acerque al final, el niño en vez de alegrarse por terminar el libro se lamente de que la diversión se acaba.
link para encontar recursos de ayuda sobre el tema

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